Pedro Arrupe
"Yo me siento más que nunca en las manos de Dios. Es lo que he deseado toda mi vida, desde joven. Y eso es también lo único que sigo queriendo ahora. Pero con una diferencia: hoy toda la iniciativa la tiene el Señor. Les aseguro que saberme y sentirme totalmente en sus manos es una profunda experiencia."
Un hombre que se dejó mirar | ![]() |
Solía recordar siempre la necesidad de conversión, de tener un corazón semejante al de Jesús. Deseaba que otros se dejaran mirar así por Dios y por sus amigos los pobres. |
Un hombre de mirada compasiva | |
Un hombre de mirada limpia, transparente
El mundo se le hacía transparente a los ojos. Por ello era capaz de mirar lo profundo de las cosas y descubrir que el trasfondo del mundo y de la historia está hecho de la bondade de Dios.
Era un místico de ojos abiertos, un místico activo..
- El contraste nítido entre la bondad de Dios y un mundo roto, le hacía ver límpiamente las injusticias del mundo.
- Cuando la gente se sabía mirada de ese modo, se sentía amiga de Arrupe. Sus ojos irradiaban complicidad y confianza. Era un hombre "con los demás". Allí donde iba, construía "Compañía".
Un hombre de mirada larga
- Capaz de ver a Dios en todo
- Un adelantado a su tiempo, que describe el mundo de modos que aún hoy nos siguen resultando agudos y frescos.
- Capaz de ver nuevos retos apostólicos y adelantarse a ofrecer nuevos modos de presencia (SJR)
- que no tiene miedo, porque sabe que es últimamente el Señor quien le acompaña.
- de aquí brotaba su esperanza.