
Adviento, tiempo de cambio y conversión.
Para preparar el nacimiento del Señor
hay que enderezar los caminos...
nos enseña Juan el Bautista,
que a su vez lo aprendió de Isaías, y a los dos
los encontramos
en los textos bíblicos del Adviento.
Porque para vivir como Dios pide
el camino es su Palabra.
¿Qué deberás a llanar en tu camino
hacia el Padre y su proyecto?
En tu vida personal, en la mía, en la nuestra…
¿Cuáles son los escollos
que ofrecemos a la senda
que el Señor nos propone?
Adviento, tiempo de cambio.
Reencuentro con Dios-Esperanza,
que busca un lugar para nacer
en nuestro corazón,
y desde allí alimentar
nuestra conversión y sostenerla…
Porque lo difícil es
perseverar en el cambio,
y por eso te pedimos,
Señor de la Esperanza,
camina con nosotros,
camina cerca nuestro,
tómanos de la mano
para no desviar el rumbo.
Ayúdanos a vivir este Adviento
como tiempo de conversión,
para aprender a dar la vuelta,
reconocer tus pasos, y caminar, con decisión,
por el sendero del Evangelio.
Caminar al encuentro del Dios de la Vida,
abriendo el corazón a su Palabra,
aprendiendo a escuchar su llamado,
y respondiendo con compromiso de vida.
Por el camino de la justicia y la paz,
por el camino de la opción por los pobres,
por el camino de la vida comunitaria
y la esperanza tozuda en un mañana distinto,
por el camino de Jesús, con el aliento del Espíritu,
hacia el Reino del Padre...
que asoma como brote nuevo y siempre vivo
en cada Navidad.
- Que así sea -